Un grupo significativo de militantes justicialistas, dirigentes y los Concejales Municipales Mariela Moralez y Daniel Acosta, se congregaron en la sede partidaria de Quitilipi para recordar y rendir homenaje a la Abanderada de los Humildes, al cumplirse sesenta años de su paso a la inmortalidad.
El encuentro sirvió para reafirmar la figura de Evita como auténtica revolucionaria, haciendo su aparición en la escena nacional en el momento justo para acompañar al general Perón. La tarea de ambos fue mostrarle al pueblo argentino que un país mejor era posible con justicia social, que posibilitara el reconocimiento de los derechos de la mujer, la dignificación del trabajo, la protección de los niños, ancianos y humildes. Un animado intercambio de vivencias aportadas por los asistentes permitió destacar aspectos salientes de su personalidad, como la gran claridad de su pensamiento y su enorme voluntad, fortalecida en las luchas y las dificultades. El grupo señaló también que su acción, al sacudir las estructuras de privilegio y explotación reinantes en esa época, generó reacción en quienes se vieron afectados; por ello debió soportar con estoicismo las más enconadas como injustificadas ofensas. Se valoró asimismo el empeño puesto por Perón y Evita para que los hijos de los trabajadores accedan a estudios secundarios y universitarios, permitiéndoles progresar e integrarse con mejores posibilidades al mundo del trabajo. La congoja que provocó su muerte quedó reflejada en la multitudinaria despedida que le brindó el pueblo argentino, pero al mismo tiempo Evita pasó a la inmortalidad como un personaje ejemplar de la historia universal, reconocida en todos los continentes y en todas las épocas.
Los asistentes a la reunión, escucharon con atención y curiosidad el testimonio de algunos presentes, que rememoraron la construcción de la “Plaza Parque Infantil EVITA” durante el año 1952, con gran regocijo de todo el pueblo, especialmente de los niños. Fue ponderado el parque infantil, con juegos distribuidos en la mitad de la superficie, ocupando el resto un espectacular jardín, con especies florales muy bien cuidadas. Se mencionó los cambios sucesivos de nombre con cada golpe militar, hasta que en el periodo 1983-1985 el Concejo Municipal, por unanimidad, repuso definitivamente el de “Plaza Evita”, resolviendo la controversia para siempre.
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