LA VOZ DEL PERONISMO QUITILIPENSE

sábado, 27 de noviembre de 2010

Volveré y seré millones


Por Héctor Mario Rivero
Al aceptar la invitación para escribir en nuestro periódico, pensé en varios temas para mi primera entrega. De inmediato mi pensamiento me llevó a esta frase tan representativa del breve y revolucionario paso de Evita por la escena política argentina. Nadie duda de que es una figura mítica de la historia porque, como mujer pionera que se dedicó a la lucha política, levantó las banderas de la justicia social para combatir por sus grandes ideales. Y dejó su vida en ese empeño.
Combatida y vilipendiada por quienes advertían que peligraban sus privilegios, el tiempo le fue dando la razón a su prédica al colocar sus verdades en boca de sus más empecinados detractores. Su personalidad ha fascinado a directores de cine, guionistas, biógrafos, novelistas, periodistas. Mucho se ha escrito sobre ella para interpretarla, y hasta se ha pretendido transformarla en personaje literario. Con frecuencia se ha resaltado detalles menos importantes de su vida, como su condición de actriz y el vestuario que lucía. Y se han olvidado, intencionadamente tal vez, de los auténticos pilares de su pensamiento y de su acción: abanderada de los trabajadores, la reivindicación de la mujer, la lucha a favor de los desprotegidos y el sueño de un país más justo e igualitario.
Quiero decirles a los peronistas, principalmente a los más jóvenes, que en una sociedad democrática es bueno acceder a toda la información. Pero quedarnos sólo con lo que nos ofrecen los medios más poderosos, masticado y digerido, no es conveniente. Tenemos cómo hacerlo, analizando con sentido crítico todo lo que leemos en los diarios, escuchamos en las radios y vemos en la televisión. En el caso particular de nuestra líder histórica, es Evita quien habla por sí misma. Es ella quien ha conseguido establecer una comunicación de corazón a corazón con su pueblo. Por eso nosotros podemos. Podemos abrevar en el maravilloso manantial de sus Discursos y en las páginas de “La razón de mi vida”, a fin de tener bien señaladas las razones de nuestra militancia. Nadie mejor que ella para decirnos con meridiana claridad los objetivos de lucha de todas las épocas. Es importante conocer toda su producción, porque sintetiza su pensamiento. A título de ejemplo transcribo algunos textos para su análisis:
“Cuando elegí ser Evita, sé que elegí el camino de mi pueblo. Nadie sino el pueblo me llama Evita. Los hombres de gobierno, los dirigentes políticos, los embajadores, los hombres de empresa, los profesionales e intelectuales que me visitan suelen llamarme “Señora”, y algunos incluso me dicen públicamente “Excelentísima o Dignísima Señora”, y aun a veces “Señora Presidenta”. Ellos no ven en mí más que a Eva Perón. Los descamisados, en cambio, no me conocen sino como Evita.” (“La Razón de mi Vida”)

“La Patria dejará de ser colonia o la bandera flameará sobre sus ruinas.” (Discurso del 17.octubre.1951)

“Quiero hacer hasta el último día de mi vida la gran tarea de abrir horizontes y caminos a mis descamisados, a mis obreros, a mis mujeres…”
(“La Razón de mi Vida”)

“Ha llegado la hora de la mujer argentina, íntegramente mujer en el goce paralelo de deberes y derechos comunes a todo ser humano que trabaja, y ha muerto la hora de la mujer compañera ocasional y colaboradora ínfima. Ha llegado en síntesis la hora de la mujer argentina redimida del tutelaje social, y ha muerto la hora de la mujer relegada a la más precaria tangencia con el verdadero mundo dinámico de la vida moderna.” (Discurso del 12.marzo.1947)

Si Evita está volviendo cada momento para que seamos millones en defender su causa, es nuestro deber conocerla mejor por sus palabras y por su propia voz.

HÉCTOR MARIO RIVERO (Nov.2010)